Recuerdo cuando acostumbraba a esperar el atardecer violeta sobre el mar y el reflejo sobre esa ventana casi faltando para las seis...
Creo que es el invierno, los atardeceres son cada día mas grises, y fríos.
Todo es cíclico, el mundo no deja de girar, y aunque a ratos quisiera que se detuviese, y poder bajarme de él... todo sigue su curso.
El día, la noche, el sol, la luna, el mar, la vida... y la primavera, y el invierno, y los atardeceres violetas.
Pero existe algo que se detuvo en mi corazón, que le da calidez a mi alma, y que aún en la frialdad de los atardeceres, cuando faltando para las seis, comienza a caer la noche de invierno, pinta de colores mi sonrisa.
Algo se detuvo en mi corazón, y aún cuando el ciclo del mundo siga girando, ese tesoro que mi alma esconde, seguirá intacto.
Las alegrías, las risas, pasan, las tristezas, las angustias, pasan, la pena y el dolor, pasan, el día a día, pasan. Puede parecer a veces que te paralizan el alma, que te aprietan fuerte el corazón, pero todo es cíclico, todo sigue girando... todo sigue su curso.
Pero algo se detuvo en mi corazón, y se quedó ahí... y ese algo, le da calidez a mi alma, y pinta de colores mi sonrisa, aún cuando faltando para las seis, los atardeceres no sean violetas, porque es invierno, y los atardeceres son cada día mas grises, y fríos.
Recuerdo un sueño, donde el mar era cálido, y los colores brillaban en la profundidad, había música, y magia... jamás conocí un lugar así... y cierro los ojos, y lo siento en mi pecho, y sonrío. Ese lugar, se detuvo en mi corazón, aunque todo sea cíclico, y el mundo no pare de girar.
Algo más que magia, vive en mi corazón.
(DORI)
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